Luego de un intenso proceso de diálogo y reflexión, la Vicerrectoría Académica dio a conocer una serie de insumos que apuntan a la mejora continua en los procesos de enseñanza aprendizaje al interior de la UC, información compartida con directivos docentes de las unidades académicas de la Universidad en un reciente encuentro en el Campus San Joaquín.
De esta forma, se realizaron ajustes a los Principios Orientadores para una Docencia de Calidad, lineamientos o recomendaciones que nacen en el año 2009 con el objetivo de dar forma a un modelo de docencia centrado en el estudiantado, que considere sus características y necesidades, con el objetivo de lograr aprendizajes profundos y significativos de la comunidad estudiantil.
“Hay muchos espacios que forman a los estudiantes que egresan de nuestra Universidad, que son parte de su experiencia universitaria, y una parte muy importante es el profesor o profesora que le va a hacer clases y le acompañará en este proceso formativo. Es aquí donde cobran relevancia los principios orientadores para una docencia de calidad”, explicó Chantal Jouannet, directora del Centro de Desarrollo Docente, quien agregó que estos nacen de un proceso muy participativo, contando con la intervención de profesores de todas las unidades académicas, autoridades y estudiantes. “Entonces nos damos cuenta que pasa el tiempo, cambian las generaciones de estudiantes, de profesores y también los desafíos, entonces decidimos actualizar estos principios”, agregó.
En el 2023 se establece una redefinición de estos principios que relevan los sellos distintivos que se buscan promover en la formación del estudiantado, con énfasis en su desarrollo integral. “Entre los principales cambios, se crea un nuevo principio asociado a la integración de plataformas y tecnologías en los procesos educativos. Además, debido a la naturaleza de sus contenidos, se fusionaron dos principios vinculando al compromiso docente con el aprendizaje y bienestar del estudiantado. Así también se releva la formación para el compromiso público”, explica María Francisca Jara, jefa de Formación y Asesoría del Centro de Desarrollo Docente, quien comentó, además, que este trabajo incluyó la incorporación de un lenguaje inclusivo no sexista en la redacción del documento.
En línea con lo anterior, existe una necesidad de actualizar y robustecer los sistemas de evaluación de la docencia, a fin de “generar incentivos y reconocimientos a la actividad docente, lo que trae aparejado un avance en la diversificación de instrumentos y fuentes de evidencia para la evaluación de la calidad docente y su mejora continua”, señaló Silvana Zanlungo, directora de Desarrollo Académico.
Hoy la UC cuenta con una serie de instrumentos para medir el estado del arte en materia de docencia, entre los cuales se encuentra la Encuesta Docente y la Encuesta Tutorial a nivel piloto en algunas unidades académicas, mientras que existen otros instrumentos de evaluación formativa que buscan la mejora continua, como la autoevaluación de curso, la Evaluación Temprana de Cursos (ETC) y la videograbación de clases.
Chantal Jouannet explicó que la actualización de los principios orientadores trajo consigo una serie de ajustes a la encuesta docente, ya que “estos principios son el paraguas de la formación de los profesores, de la evaluación de la docencia y del Reconocimiento a la Excelencia Docente (PRED). Por lo tanto, es muy importante cómo vamos dando una coherencia y empuje a nuestras acciones”.
La Dirección de Desarrollo Académico con apoyo y asesoría del Centro de Medición UC (MIDE UC) y de la Comisión de Encuestas de Docencia, trabajaron en los ajustes necesarios a la Encuesta Docente con el propósito de alcanzar una articulación coherente entre los lineamientos planteados por los principios orientadores y la evaluación de los estudiantes.
La Comisión de Encuestas de Docencia está formada por académicos y académicas de la UC convocados para conocer la visión y apreciaciones del cuerpo docente respecto de estas herramientas que permiten retroalimentar y medir la calidad de la docencia al interior de la Universidad.
Esta comisión está integrada por representantes de la Dirección de Desarrollo Académico (Silvana Zanlungo y Verónica Fernández), del Centro de Desarrollo Docente (Chantal Jouannet y Soledad González) y un grupo de 12 académicos y académicas de diversas unidades disciplinares: Jorge Baier (Ingeniería), Edgar Valencia (Educación), José Manuel Izquierdo (Música), Andrés Villela (Diseño), Rodrigo Soto (Física), Arly Faundes y Eliana Rozas (Comunicaciones), Carolina Serrano (Cs. Biológicas), Camila Schiavetti (Filosofía), Magdalena Ossandón (Derecho), Arnoldo Riquelme (Medicina), Claudia Giacomán (Sociología).
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El desafío está en responder a los nuevos retos y necesidades de la docencia actual, sin perder la data previa, insumo fundamental para evaluar las mejoras en el tiempo. “Era necesario ajustar nuestros instrumentos de medición para que conversen con estos principios orientadores actualizados, ya que es la forma en que podremos decirle a nuestro cuerpo docente y estudiantil qué deben evaluar y qué se espera del desempeño de nuestros y nuestras docentes”, explicita Zanlungo.
Desde esta vereda se ha venido trabajando por etapas para ir avanzando en mejorar esta herramienta, primero incorporándola en Canvas, ofreciendo una mejor experiencia de usuario. Así también para los y las docentes y los directivos ha permitido monitorear la tasa de respuesta en línea y disponer de resultados de forma mucho más rápida. Su propósito es retroalimentar al cuerpo académico para el mejoramiento continuo de su docencia, junto con ser un insumo importante para la revisión de los contendidos y programación de los cursos y es, además, uno de los aspectos a considerar en procesos de calificación y categorización académica.
Este trabajo no termina aquí. En una siguiente etapa las Unidades Académicas podrán seleccionar preguntas complementarias, tomadas de un banco acotado de preguntas, y se actualizarán ciertas políticas, de modo de aumentar las tasas de respuesta de los y las estudiantes.